- Las personas con diabetes son más propensas a sufrir enfermedades periodontales, que afectan a las encías y al hueso que sostiene los dientes. También las mujeres embarazadas, ya que durante la gestación los cambios hormonales provocan un aumento del fluido sanguíneo que puede derivar en sangrado e inflamación de las encías. En ambos casos, lo mejor es mantener informado al dentista y realizar consultas periódicas para tener controlada nuestra salud dental.
- ¡Cuidado con los colutorios! Pueden ser perjudiciales si se sufren ciertas enfermedades y algunos de ellos no son aptos para que se tomen de manera muy continuada. Ante la duda, lo mejor es consultar a nuestro dentista.
- El alcohol afecta a la salud dental más de lo que crees. Es agresivo para el esmalte y la raíz dental y e ingerido en grandes cantidades puede derivar en enfermedades periodontales. Además, incrementa los efectos de otras sustancias tóxicas en nuestro organismo como el tabaco, al incrementar su solubilidad. En caso de que vayamos a ingerir mucho alcohol, recomendamos lavar bien los dientes antes y después de su consumo. También optar por bebidas como el vino tinto en lugar de blanco o el champán, que son más agresivos.
- Seguro que conoces algún remedio natural contra el mal aliento. Y es que, aunque los profesionales siempre recomendamos un buen cepillado después de cada comida y mínimo 3 veces al día, para casos de “emergencia” existen remedios naturales como la manzana, la hoja de cilantro o hierbabuena que, masticadas, disminuyen de forma notable el mal aliento.
- El chicle puede ser bueno para nuestra salud dental. Eso sí, sin azúcar y no de forma constante. Tomarlo ayuda a estimular nuestras glándulas salivales que generan saliva y ayudan a proteger nuestra boca de infecciones. Además, la saliva contiene calcio y fosfato de hierro.